martes, 4 de noviembre de 2008

Se va el último circuito!



Circuito Valles Calchaquíes
Tierra extraordinaria que ofrece miles de sorpresas con un encanto antiguo, donde historia, naturaleza, tradiciones, arqueología y mitos, forman una alianza excepcional, razones que la constituyen en una región turística de inevitable asombro. Recorrido turístico por excelencia, que busca el acceso al Norte Argentino a través de las montañas.
Partiendo desde la Capital hacia el sur por RN 38, camino a los valles, se pueden visitar las Ruinas Jesuíticas de San José de Lules donde se conserva la capilla y el claustro. Tras recorrer 16 Km. se llega a Famaillá conocida por las típicas empanadas tucumanas. Continuando hasta Acheral se empalma con la RP 307, marcando así el ascenso a los valles. Miles de helechos capturarán la curiosidad del viajero, al igual que los grandes árboles. El camino se interna, de pronto, en la quebrada del río Los Sosa, que forma parte de la Reserva Natural Los Sosa, el mismo a poco de andar se hace de cornisa, con curvas cerradas. Allí ya la selva deslumbra e invita a detenerse, especialmente en la curva a la que se asoma el monumento El Indio. Luego, en el lugar conocido como apeadero militar, la vegetación comienza nuevamente a perder densidad, con los alisos, sauces y pinos como protagonistas. La entrada al Valle de Tafí es simplemente bella. De forma oval, el valle se encuentra encerrado entre el cerro Muñoz y las cumbres del Mala Mala, y dividido por el río Tafí. En su centro reposa el embalse La Angostura, el cual forma parte de la Reserva Natural La Angostura. En la margen sur del dique se halla la localidad de El Mollar, donde se encuentra la Reserva Arqueológica de Los Menhires, que reúne más de un centenar de monolitos de piedra labrada realizados por la cultura Tafí. Vale la pena visitarlos y admirar sus grabados con figuras humanas, de felinos, con pinturas originales y algunos diseños fálicos. Tafí del Valle se encuentra a 2.000 metros de altura. Con sus 2.600 habitantes, es una villa típicamente turística, que conserva el Conjunto Jesuítico de La Banda, cuya parte más antigua fue levantada por los jesuitas en la primera mitad del siglo XVIII. El museo arqueológico del interior del complejo posee piezas de las culturas Tafí y Santa María, además de imágenes y pinturas de la época virreinal. Junto a otras estancias jesuíticas, La Banda conforma un particular circuito rural, centro productivo del famoso queso tafinisto. La visita a los artesanos del lugar, las cabalgatas y las caminatas a través de largos recorridos por las cumbres de la zona, embellecidas con cascadas de hasta 70 metros de altura, son programas ideales para conocer el gran valle de Tafí. Además, en las afueras del pueblo, la reserva arqueológica La Bolsa conserva restos prehispánicos, como sitios de cultivo, residencias y una aldea muy antigua. La RP 307 se encarga de introducir al viajero a los Valles Calchaquíes por el sur, ascendiendo en pronunciado zigzag hasta el Abra del Infiernillo, a 3.042 m. s.n.m., desde donde se obtiene una vista sublime. Allí comienza el descenso, pero ahora las laderas comienzan a mostrar sus primeros cardones y, más adelante, el valle se manifiesta con su típica vegetación, salpicada de algarrobos, churquis, chañares y talas, además de sauces y álamos. Amaicha del Valle es el siguiente punto de detención, para visitar la plaza y sus alrededores, y conocer algo más sobre la Fiesta de la Pachamama, que en la actualidad coincide con los festejos del Carnaval y está vinculada con los ritos relacionados a la fertilidad del ganado y de los cultivos. Luego de empalmar con la RN 40, las Ruinas de Quilmes irrumpen a la izquierda. Fue uno de los más importantes asentamientos prehispánicos de los calchaquíes, que estuvieron allí desde el 800 d.C. En el siglo XVII llegó a tener 3.000 habitantes en el área urbana y 10.000 en los alrededores. En la falda del cerro se advierten las reconstrucciones de la zona residencial, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados, sobre la cornisa.
Una serie de pasillos permiten la visita guiada del complejo, que fue el último bastión de la resistencia aborigen ante el avance español y que claudicó recién en 1667, tras lo cual 1.700 sobrevivientes fueron trasladados a pie hasta las proximidades de Buenos Aires (la actual ciudad de Quilmes), adonde llegaron apenas 400. En el museo del sitio se pueden ver piezas rescatadas de las excavaciones realizadas allí, y junto a él se encuentran una confitería y un hotel. La legendaria RN 40 se pierde en el valle rumbo a Cafayate, no sin antes pasar por Colalao del Valle, en cuyas cercanías se encuentra El Pichao, un yacimiento arqueológico similar al de los Quilmes, aunque no tan restaurado.
Ha llegado a su fin esta recorrida por la provincia. Espero que les haya gustado y si algun dia tienen la posibilidad de visitar esta provincia y tienen la oportunidad, no dejen de visitar todos estos lugares hersmosisimos. Les aseguro que no se van a arrepentir!

lunes, 3 de noviembre de 2008

Llega el cuarto circuito turístico!



Circuito Valle de Choromoros
Paseo colmado de paisajes de llamativa fisonomía, abre las puertas a un valle rodeado de cerros, ríos y parajes intermontanos con clima moderado, donde las antiguas estancias nos rememoran a los primeros encomenderos. Excursiones a caballo, a pie o en bicicleta nos trasladan por senderos a puntos panorámicos donde obtendremos excelentes vistas de sus paisajes, como así también las huellas del pasado precolombino.
Por Ruta 9 hacia el norte, luego de recorrer 20 km se puede desviar para visitar El Cadillal y el viaducto de El Saladillo. Si bien pertenecen al denominado circuito de las Yungas son dos atractivos de singular belleza e importancia que se recomiendan conocer.
El Cadillal es una apacible villa con calles en declive a metros del dique homónimo donde se pueden realizar actividades náuticas y pescar en el marco de un encantador paisaje.
El viaducto el Saladillo constituye una obra magnífica de la ingeniería, que se inauguró en el año 1.884. Única en su tipo, lo que justificó que se lo designe Monumento Histórico Nacional en el año 1.999.
Continuando por Ruta 9 y a 75 km de San Miguel de Tucumán llegamos a la ciudad de Trancas, poblado que nació hacía el año 1.600 en un paraje cercano que hoy se conoce como Villa Vieja. Hacia 1781 el sitio se constituyó en un centro estratégico para la defensa del norte. Así, este pueblo se convirtió en escenario de algunos de los hechos más resonantes de nuestra independencia, ya que fue en el año 1816 cuando el Gral. Manuel Belgrano retoma el mando del Ejercito del Norte, en reemplazo del Gral. José Rondeau.
Cuando llegó el ferrocarril hacia 1.900, la población se traslada 2 km al sudoeste a su actual emplazamiento. De la Villa Vieja quedó como testimonio el Templo del Sagrado Corazón, que data del año 1.760 y fue testigo de importantes hechos históricos. Al norte de Trancas, apenas a 6 km, encontramos el “Pozo del Pescado”, fuente milagrosa que recuerda el paso de San Francisco Solano por ese lugar.
A 24 km al oeste de Trancas se encuentra San Pedro de Colalao, villa turística extendida a lo largo de un angosto valle a 1.100 m.s.n.m, y bordeada por dos ríos típicos de montaña: el Tipa y el Tacanas.
La plaza central Leocadio Paz, está enmarcada por antiguas casonas de fines del siglo XIX, de sobrias líneas del clasicismo italianizante. Su añosa arboleda de tipas y flores de estación junto a la Iglesia de San Pedro, el Museo y la Biblioteca Juan Bautista Alberdi y la Comuna, entre otros edificios se destacan en el entorno.Todos los años en el mes de febrero se realiza la representación del Milagro de Lourdes en la Gruta de Lourdes, réplica de la original francesa, ubicada a la entrada de la villa.
Otro atractivo de importancia es la Reserva Fitozoológica Dr. Carlos Pellegrini, de 400 ha y donde habitan más de 150 especies entre exóticas y autóctonas.El gran valor arqueológico de la zona se encuentra representado por la “Piedra Pintada” (petroglifo) y Tiu Cañada entre otros vestigios precolombinos.
Desde la Villa de San Pedro de Colalao se pueden realizar una variedad de excursiones a pie, a caballo o en bicicleta para visitar puntos de interés como Chulca, Puente del Indio, Laguna Escondida, entre otros.
Retomando el circuito, a 18 km al oeste de la villa de San Pedro, se encuentra Hualinchay, pintoresco caserío rodeado de montañas, que lo convierten en un atractivo visual de singular importancia. Desde esta localidad nace una huella que une esta región con la localidad de Colalao del Valle, excursión que puede ser realizada a pie o a caballo, y que se recomienda emprenderla en compañía de guías.
Hacia el sur por Ruta Provincial 311 y luego de empalmar Ruta provincial 312, se accede a Ruta Nacional 9. A lo largo de todo este trayecto se podrán apreciar hermosos valles colmados de naturaleza y vistas admirables, atravesando localidades como Gonzalo, Choromoro y estancias de la zona. Al acceder a la mencionada Ruta Nacional, en dirección sur se regresa a San Miguel de Tucumán.